martes, 1 de septiembre de 2020

Y SALÍ DE ALLÍ SIN GOLPEAR A NADIE, PATEAR A NADIE O LLORAR. ALGUNOS DÍAS LAS PEQUEÑAS VICTORIAS SON TODO LO QUE LOGRAS. Molly Ringle.

En esta época de caos mundial hemos oído, acompañado y porque no decirlo también lo hemos vivido porque emprender es una aventura que nos puede traer alegrías como tristezas y sentirnos con ese síndrome del emprendedor frustrado; porque no se consigue los resultados esperados, las metas propuestas. Buscamos por un lado y otro asistimos a charlas motivacionales, leemos sobre como otros lo lograron y no lo vemos cuando tratamos de asimilar o imitar sus acciones.

Podríamos definir de entre las que se encuentran en la red que “la frustración es ese momento de desilusión, desesperanza, decepción que nace cuando no se obtiene esto o aquello en pro de alcanzar lo que uno desea. El primer millón de dólares como la canción, las superventas, ese momento en que nos dicen ya eres un “YA CORONASTE” el cumplir nuestros sueños del que la empresa y el dinero trabajen para mí, y dedicarme a viajar en barco, vivir en la playa, tener esa casa campo, el carro de nuestros sueños, conocer otros países y como dice un comentarista de radio en la época de fútbol “ TU TRANQUI OSPINA ESTA EN EL ARCO”, poder escuchar esa voz al otro lado del teléfono que nos dijeran JEFE, fresco, por enumerar solo algunas.

Pero para llegar a estar tranquilo tenemos que haber entrenado este umbral de tolerancia, porque según las características de personalidad son diferentes las respuestas en cada persona; por eso es que algunos emprendedores tiran la toalla al darse por vencidos, mientras que otros por el contrario superan este y continúan con más empeño su emprendimiento.

Por anterior la tolerancia a la frustración es necesaria para la vida y debería empezar a ser desarrollada desde la infancia, e ir creciendo ya que hay situaciones que demandan una alta tolerancia a la frustración y emprender es una de ellas.

Parafraseando un poco el psicólogo y escritor estadounidense Daniel Goleman, en su libro de Inteligencia Emocional, reflexiona que la habilidad para manejar la frustración no es con un Cociente Intelectual alto para alcanzar el éxito. Por eso, ENCAMINA TU MENTE A QUE SEA POSITIVA para que las cosas salgan mejor.

Acá algunos tip´s que creemos les servirán:

  • Acepta y reconoce que tienes un momento de Frustración.
  • Cree en ti mismo ( tienes el potencial)
  • Reconoce cuales son tus áreas de oportunidad ( áreas débiles,para entrenarlas)
  • Los problemas son oportunidades
  • Rodeate de personas que te impulsen, no que te hundan
  • Reorganiza las prioridades.
  • Piensa en ti, toma un momento para consentirte descansa, recarga y A TRABAJAR..


WALTER O. MADRID GALLEGO
CEO ENTRENADOR




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